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Tema: Alabanza | Fecha: 1410-450 a.C. | Autor: Varios autores | Lugar: Cielo y tierra

Introducción al libro de Salmos

Salmos (145:21)

La alabanza de Jehová proclamara mi boca; y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Los salmos son expresiones poéticas de sentimiento humano y religioso, y están divididos en cinco libros que comprenden 150 salmos en total. Salmos abarca los diez siglos que van desde Moisés hasta los días después del exilio judío. Tienen una amplia variedad de estilos, propósitos y emociones, como el lamento, la acción de gracias, la alabanza, la adoración, el peregrinaje, la petición y la penitencia. Cada uno de los cinco libros termina con una doxología. El ultimo salmo es el salmo con el que termina el quinto libro y el libro de Salmos en su conjunto.

Capítulos 1-41 Libro I

A David se le asigna casi la mitad de los salmos (73 de 150). Es el autor de todos los salmos del primer libro o grupo de salmos. Las diversas experiencias de David como pastor, musico, guerrero y rey se reflejan en sus escritos. Los salmos de este grupo son básicamente canciones de alabanza y adoración. El más conocido de esta sección es el Salmo 23, que comienza con las familiares y apreciadas palabras: “Jehová es mi pastor…” (Sal. 23:1). Una descripción profética del “Mesías que sufre” la podemos encontrar en el Salmo 22.

Capítulos 42-72 Libro II

David y los hijos de Core (un grupo de cantantes y compositores) recitan la mayor parte de los salmos de este segundo libro. Muchos de los salmos de este grupo son himnos de interés nacional y describen la naturaleza de Dios su castigo a los malvados y la liberación de los justos. La plegaria publica de arrepentimiento de David después de su pecado con Betsabé se encuentra en esta sección.

En ella, David grita: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia…” (Sal. 51:1). Estos salmos nos ayudan a conservar un sentimiento de maravilla y agradecimiento hacia Dios cuando alabamos.

Capítulos 73-89 Libro III

Asaf fue nombrado por David líder de uno de los coros del templo (1 Cr. 25:1) y es el autor de la mayoría de los salmos de esta sección. Este grupo de “canciones” celebran la soberana de Dios, la mano de Dios en la historia, su fidelidad y su pacto con David. Estos salmos nos recuerdan que la adoración de nuestro gran Dios debe ser continuada. El salmista declara: “Las misericordias de Jehová cantare perpetuamente: de generación en generación hare notoria tu fidelidad con mi boca” (Sal. 89:1)

Capítulos 90-106 Libro IV

Aunque cinco de estos salmos se atribuyen a David, la mayoría de ellos fueron escritos anónimamente. Primero, estos salmos son himnos de alabanza y reflexión, y una oración de Moisés es el salmo de apertura de la sección. Moisés nos recuerda que nuestro tiempo en la tierra es limitado y que tenemos que utilizarlo sabiamente. Nos dice: “Enseñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12).

Capítulos 107-150 Libro V

Muchos de estos salmos se le atribuyen a David, y muchos son himnos de alabanza. Exaltan las obras de Dios, describen las bendiciones de una vida recta, y el salmo más largo (Sal. 119) alaba a Dios por su maravillosa Palabra. La poesía en este grupo nos recuerda que el sacrificio más perfecto que podemos ofrecer a Dios es llevar una vida de fidelidad y obediencia.

Fuente: Guia bíblica esencial (JIM GEORGE)